Hola, hoy les voy a presentar un cuento que escribí, ya que me puse a pensar en lo lindo que seria para un autor, escuchar una crítica sobre alguna obra suya. El cuento es el siguiente:
La familia Montes
estaba compuesta por los dos padres, que eran Pablo y Luciana, y sus
hijos, que eran cuatrillizos, dos niñas y dos niños. Como los papas
eran inversionistas, tenían que viajar de un lugar a otro, y dejaban
a Matías, Benjamín, Yanina y Luisana con una niñera que no los
quería ni cuidaba mucho.
Los
seis algún día fueron felices pero con los constantes viajes de los
padres, los cuatro hijos se sentían vacíos y solos. Pasaron sus
cumpleaños de ocho, nueve, diez, once y doce años solos, o mejor
dicho con su niñera que era lo mismo a estar solos. Todos menos
Luisana tenían muchos amigos, ya que ella era muy callada y no era
tan linda como sus otros hermanos. Cumplieron trece y parecía que a
medida que crecían la belleza de los tres aumentaba, eran rubios,
ellos tenían ojos verdes, y Yanina los tenia celestes, pero Luisana
era morocha y de ojos marrones, igual que su abuela, esto no quiere
decir que ella era fea, solo que no era tan linda como sus otros
hermanos. Benjamín era muy celoso por Yanina, ya que de chicos
siempre estaban juntos, cuando un chico se le acercaba y tenía mala
fama, él lo rechazaba por ella, lo mismo pasaba con Matías y
Luisana. Los cuatro se manejaban solos pero siempre juntos, se
querían mucho, estaban seguros de que ellos en la panza eran uno,
pero que ese uno sabía que se iba a sentir solo, por lo que se
dividió en cuatro, y esos cuatro tenia cada cosa de ese uno que se
dividió, esa era la explicación que ellos se daban por la unión
que tenían.
Pero un día esa
unión se rompió, ya que cuando tenían catorce, Matías y Benjamín
fueron a jugar con su padre, pero en el medio del partido de fútbol
que estaban jugando, la pelota se fue a la calle y Matías fue a
buscarla, pero no vio un auto y… murió. Los cuatrillizos ya no
eran cuatro, pero siempre habían sido cuatro, no sabían cómo paso,
no sabían cómo seguir, esa parte de la división ya no estaba,
faltaba uno de ellos. Sentían que ya no podían seguir porque, ¿Cómo
seguirían? Los padres, al igual que los tres hijos, estaban
devastados, no podían parar de llorar, y la niñera que nunca había
mostrado sentimiento alguno por ellos, no podía ocultar sus
lágrimas.
Pero el dolor de los
chicos era inmenso, tanto que tuvieron que ir a un psicólogo para
que los ayudara. Luego de esto, los chicos se alejaron mucho de sus
amigos, ya no tenían nadie para hablar, como consecuencia de esto,
todas las personas que un día fueron sus amigos, se burlaban de
ellos, eran crueles y más con Luisana: le decían que era adoptada
(pero con otras palabras), ya que era un poco más gordita que sus
hermanos, la agredían por su peso, todo esto le hizo muy mal. El
psicólogo ayudo mucho a Benjamín y Yanina, pero Luisana se sentía
cada día peor, ya que cada día, las burlas crecían y ya no
paraban.
Un día decidieron
hablar de la muerte de Matías, ya que nunca lo habían hecho.
Llegaron a la conclusión de que la parte que se fue, tenía que
reconstruirse pero en cada uno de ellos y, poco a poco, esa parte
volvió y pudieron aceptar la muerte de su querido hermano.
Mientras esto
pasaba, la situación de Luisana era crítica, ya no comía debido a
las burlas de sus compañeros, se cortó el pelo porque las chicas de
su curso le decían que era feo (pero solamente por envidia), a
medida que el tiempo paso, esta joven sufría muchas enfermedades
causadas por la falta de comida. Cuando cumplieron dieciséis años,
tuvieron que internar a Luisana, ya que su nivel de anorexia era
elevado, pesaba 42 kilos y media 1,75 cm. Luego de dos semanas de la
internación, la joven quedo en coma. Se recuperó muy lentamente, ya
había pasado un año de la internación y los trillizos tenían
diecisiete años. Luisana tenía que estar en reposo dos meses,
Yanina y Benjamín, salían del colegio y llegaban de inmediato a la
casa para poder estar más tiempo con su hermana, ya que sus padres
les informaron que el doctor dijo que el cuerpo de Luisana no estaba
respondiendo a los tratamientos y que si esto seguía pasando, la
enfermedad avanzaría mucho más rápido que la última vez, y que si
eso sucedía no sabían si iban a poder salvarla otra vez.
Y como si el doctor
hubiera visto el futuro, Luisana quedo internada, pero esta vez los
doctores no pudieron hacer nada y la joven quedo en un coma profundo
e irreversible. Trágicamente, el mismo día en que se cumplían tres
años de la muerte de Matías, murió Luisana a causa de la anorexia,
con 34 kilos.
Los dos hermanos ya
no sabían que hacer, sabían que podían seguir, sabían cómo
porque ya habían pasado por esto, pero no querían seguir, no
podrían vivir con el miedo de que se valla uno de ellos y que quede
una sola parte.
Como en una película
trágica, Benjamín y Yanina fueron encontrados abrazados sin vida,
dentro de la casita que tenían ellos y sus hermanos cuando eran
chicos y, ese mismo día habían pasado cuatro años de la muerte de
Matías, y uno del fallecimiento de Luisana. Habían ingerido una
gran cantidad de pastillas para dormir que encontraron en el baño de
sus padres, junto a ellos dos estaba una nota que decía lo
siguiente:
“Papa,
mama, les queremos decir que tomamos esta decisión porque ya no
podíamos, o mejor dicho, ya no queríamos ni seguir ni vivir con el
miedo de que nos pase algo a cualquiera de los dos. Esta decisión
fue causada por muchos motivos, pero el principal fue por ustedes,
porque no se dieron cuenta de que no nos alcanzaba con que envíen
plata y unos peluches, o la ropa más costosa, o que nos envíen los
celulares más caros, solamente necesitábamos amor, si ustedes nos
hubiesen dado eso, estamos seguro de que la muerte de nuestros
hermanos no hubiera pasado. Si vos, papa, hubieras jugado siempre con
Mati y conmigo, él no hubiera estado tan emocionado ese día y
hubiera dejado que la pelota se valla o por lo menos hubiera visto
ese auto. Si vos, mama, hubieras estado más tiempo conmigo y con
Luisana ¿te pensas que se hubiera callado las burlas? ¿O que no te
hubiese pedido ayuda? No hacemos esto para que sientan culpa o algo
parecido, solamente para que cuiden mejor a él bebe que mama está
esperando, si, vimos la prueba de embarazo que estaba en el baño.
Les deseamos lo mejor, aunque nos gustaría que sintieran en algún
momento lo que nosotros sentimos ahora.”
Gabriela Sanchez